Hoy escribo después de mi reciente viaje a Venezuela, un viaje que despertó en mí tanto alegría como tristeza. Venezuela, es un país lleno de contrastes que solo puedes comprender plenamente al visitarlo. Posee una riqueza natural incomparable: llanuras, montañas, ríos, tepuyes, playas, una diversidad animal que sorprende. Tiene todo lo necesario para ser un gran destino turístico. Sin embargo, junto a esa belleza, se encuentra una miseria y un desgaste que desgarran el corazón. Recuerdo las palabras de amigos que regresaron en los últimos meses: "Tienes que ir, está increíble". En ese momento, me preguntaba cómo podían expresar eso cuando lo que escuchaba de mi familia en Venezuela era totalmente diferente. Ahora, después de visitar el país, creo que entiendo lo que querían decir. Quizás era un acto de comparación y, tal vez, un anhelo de que algún día podamos regresar. De ahí surge el título de este newsletter: si comparamos la Venezuela actual con lo que era hace 5-7 años, está claro que ha mejorado. Hay más seguridad y puedes conseguir todo lo que desees. No obstante, los precios son exorbitantes en relación con los salarios, la obtención de gasolina y gas es un desafío, y las oportunidades laborales son escasas. |
A pesar de la pobreza, han surgido impresionantes centros comerciales, tiendas y emprendimientos que inspiran sueños. Además, se observa una mejora en los servicios, y la población aún mantiene una vibración positiva. Es también un lugar pintoresco, donde las guacamayas vuelan por el cielo de la capital, los semáforos están a veces de adorno, y por ende pasar una intersección o cruzar la calle caminando se convierte en un acto heroico. Donde la frase “ya va a estar listo” o “nos vemos” tienen un significado relativo. Los carros huelen a gasolina, la prisa puede resultar frustrante, pero todo el mundo te saluda y dondequiera que vayas, haces amigos o, al menos, sientes una conexión instantánea. Si hay un lugar en el mundo donde la frase "en la vida todo tiene una solución" cobra vida, es en Venezuela. Cada día trae consigo un nuevo problema, pero también la ingeniosidad del venezolano para encontrar formas de superarlo y sobrevivir es inigualable. Tengo muchas más experiencias que compartir, pero prometí mantener esto breve. |