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April 19, 2024

EP 03 T3: Vendiendo Corbatas a la Cima: Perspectivas de un Vendedor Nato, con Luis Ruah | A Cada Paso | Gaby Alcala

En este episodio de A Cada Paso, les traigo una conversación profunda y enriquecedora con un invitado que es ejemplo viviente del emprendimiento hecho con corazón: Luis Ruah comparte su filosofía de vida, sus experiencias de ventas y cómo ha...

En este episodio de A Cada Paso, les traigo una conversación profunda y enriquecedora con un invitado que es ejemplo viviente del emprendimiento hecho con corazón: Luis Ruah comparte su filosofía de vida, sus experiencias de ventas y cómo ha logrado trazar un camino de éxito respetando a las personas y valorando a su familia por encima de todo. Ofrece consejos prácticos para aquellos que buscan iniciar sus propios negocios, resaltando el trabajo arduo, la honestidad y el compromiso. Esta charla también abarca su visión sobre el placer de aprender, el manejo del miedo al fracaso y la importancia de levantarse y seguir adelante. Luis Ruah nos deja con un mensaje inspirador sobre atreverse y persistir, una lección para todo aquel que busca hacer realidad sus sueños. 

 

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Transcript

Gaby [00:00:03]:
Bueno Tito Luis, ¿cómo estás? Qué bueno tenerte en el podcast, lo hemos tratado muchísimas veces y aquí estamos. Lo vuelvo a superar. Así

Tito Luis [00:00:13]:
es, yo te voy a decir, y estoy orgulloso de que me hayas metido en tu podcast, que cuando te he oído varias veces ya, puedo decirte que estoy seguro que estarás entre las estrellas, entre los mejores podcast de de de Estados Unidos con seguridad. Así que estoy muy orgulloso y me siento comprometido y un poco asustado en las preguntas que me vas a hacer, pero bueno

Gaby [00:00:40]:
No te no te asustes, que esto es una conversación, donde lo que queremos aprender de tu sabiduría.

Tito Luis [00:00:47]:
No, por favor.

Gaby [00:00:48]:
Porque no espera, no empezamos con digo? Tú te preséntate, dile a la audiencia quién eres dos, tres minutos. Yo sé que has hecho muchas cosas en tu vida, pero preséntate como a ti te gusta presentarte.

Tito Luis [00:01:02]:
Bueno, yo soy Luis Rúa, nací en Tánger, Marruecos, y y hay tres cosas en mi vida en las cuales creo que no soy tan malo. La primera es, soy vendedor, nací creo que vendiendo desde muy pequeño, y para ser vendedor también hay que saber venderse, entonces también me ha gustado el mercadeo y por supuesto soy emprendedor y he sido emprendedor toda mi vida. Así que es yo no creo que haya un vendedor sin ser emprendedor ni un emprendedor sin ser vendedor. Entonces, a pesar que desgraciadamente no he estado en una universidad estudiando, he visitado a muchas y he dado muchas charlas, por lo menos en Venezuela, en todas las universidades de Venezuela o en la mayoría de las universidades. Y he dado charlas a a muchachos que egresan del posgrado. Y claro eso me ha entusiasmado en seguir adelante y en seguir con inventando cosas, ¿no?

Gaby [00:02:09]:
De hecho por eso, es una de las razones que quería hablar contigo, porque esta nueva etapa de mi podcast, bueno, déjame retroceder, fui a Venezuela y me di cuenta que la gente está buscando, tienen pequeños emprendimientos, están buscando formas de salir adelante en un país lleno de obstáculos. Y decidí empezar a entrevistar gente que tiene estos emprendimientos. Y eso fue una de las por la que me encanta hablar contigo hoy aquí también, porque tienes mucha experiencia en eso. Y empezaste desde cero en Venezuela.

Tito Luis [00:02:43]:
De absolutamente cero. Bueno, empecé vendiendo corbatas de casa en casa, de puerta en puerta, ¿no? Y tuve mucho éxito ahí, todavía conservo amigos muy muy buenos amigos de cuando les vendía la corbata. Y allá tuvo un un interesante un interesante tema, y es que se vendía muy poca corbata en general, porque allá con el calor que hace en Caracas hacía mucho calor de día, pues poca gente se ponía corbata, nada más que lo que trabajaban en un banco o lo que fuera. Pero sí encontré un filón importante que era que en Venezuela cuando ibas a dar el pésame o ibas a a un entierro, a un velorio a dar el pésame, por respeto al fallecido, aunque no lo conociera pero conociera algún de los algunos de los familiares, te tenías que poner una corbata negra. Y allá es donde empecé el éxito con esa corbata, porque yo agarraba el periódico y donde estaba el el el fallecido más famoso para esa funeraria iba con mi caja de de corbata. Y entonces allá, pues empezó, digamos, el Luis emprendedor. Guau. Que sí.

Gaby [00:03:58]:
Pero y esto te viene, o sea, ¿tú crees que tú naciste con esto, lo vistes en tu familia? ¿Qué te hace tener esa capacidad de ver esas oportunidades y no tener vergüenza? O sea, yo me dices ahorita, vete a vender corbata en un funeral y digo, no cosa que pena, o sea me muero. ¿Qué te hace ser no tener esa superar este oxígeno

Tito Luis [00:04:23]:
que tiene? Primero, primero voy a decir, bueno cuando llegué a Venezuela las cosas no fueron tan fáciles ¿no? ¿No? Y siempre siempre tuve ese esas ganas de de vender y yo, mi tío que vivía en Tanger y con quien yo trabajé un cierto tiempo, en mis vacaciones escolares, él me agarraba para que yo vendiera sus productos, desde que tenía yo trece o catorce No me lo busques ninguna oficina ni a trabajar en ningún empleo sino de vendedor, porque realmente ha resultado bueno y recuerdo que ellos cuando yo regresaba en las tardes de de para entregarle los pedidos, casi todas las tardes me ponían una medalla gigantesca a los trece o catorce años por haber vendido algunas algunos productos. Sí me gustaba me gustaba la relación con la gente. Hubo muy pocos países que que tuvieran tantas oportunidades de de salir adelante. ¿Por qué? Porque el venezolano es hospitalario, yo no sé, el hospitalario es bueno, es el venezolano auténtico es una buena gente. Y además cuando yo vendía corbata de puerta a puerta, aunque no me compraran, me hacían pasar a sus casas para y brindarme un café, un chocolate o un té, o lo que fuera, una Coca Cola o lo que fuera. Y y naturalmente, pues, hombre, yo a los veinte años no tenía mala pinta y y la gente me abría las puertas, me abría las puertas sin temor. Desde luego que no había temor, porque cuando llegué a Venezuela que creí que había llegado al paraíso, pues la gente no había ladrones, no existían los ladrones, no existía ninguna ningún tema, no habían asesinatos como los que se ve hoy en día, nada. Era un país de el país de la maravilla y cada día, bueno, y ahí sí reconozco que que he vivido en los mejores países del mundo.

Gaby [00:06:41]:
Claro, ahora ¿Por Venezuela? O sea por lo que te escucho, ¿tenías una capacidad innata de vender?

Tito Luis [00:06:49]:
Sí, creo que

Gaby [00:06:50]:
Y hubo también un factor un poquito de suerte, llegaste a un país que era abierto a eso, la gente era hospitalaria. Pero tú crees, yo siempre me debato si la necesidad te hace buscar formas de ganarte el dinero, de perder la vergüenza, de perder el miedo, o hay gente que lo ha tenido todo y sigue con esa pasión por por seguir adelante, por sacar negocios? ¿Cómo ves tú eso? Sobre todo ahorita que tienes, o sea, ves las generaciones tomando los negocios.

Tito Luis [00:07:28]:
De mis hijos quizás uno de ellos es vendedor y y he aprendido a vender, quizás porque no había otra sino que aprender a hacer algo, hizo unos estudios después de de haber jugado tenis profesional, hizo estudios de de mercadeo y de de de venta por internet, cosa que ya estoy yo fuera de de de de esa línea, ¿no? Pero yo no creo que tuve es más, cuanto más dinero tuve, más me gustaba vender.

Gaby [00:08:02]:
Y y

Tito Luis [00:08:02]:
no vender, yo he sido un vendedor honesto, y eso me me ha abierto muchas puertas. Es decir, tantas me han me han abierto que yo cuando alguien pasaba por la puerta de la de nuestras tiendas, para mí ese era, después de papá dios, era era el dueño y señor de las tiendas, ¿no? Entonces, lo respetaba mucho y no abusaba, no le vendía lo que no le servía, sino le vendía lo que a él le convenía y si venía, por ejemplo, con a buscar una silla de ruedas, yo lo único que le preguntaba, mira, tienes las piernas en forma. No, las piernas no, pero los brazos sí. Entonces no te vayas a llevar una eléctrica que vale tres mil dólares y llévate una de ciento cincuenta para cortarte los brazos. Y eso eso caló en la población, eso caló porque claro, no me hice rico al primer día. ¿Por qué? Porque no quería ser rico el primer día, yo quería armar un negocio para hacerme rico después, ¿si? Y entonces eso fue lo que más impulso le dio a las tiendas, que en Venezuela no, y eso son cursos que digo que todavía estoy dando, en las cuales no quiero que nos hagamos ricos enseguida, sino que formemos y que demos a los a los clientes lo que a ellos a ellos les conviene, no lo que es más caro.

Gaby [00:09:27]:
Claro, pero al principio la necesidad llegaste a Venezuela sin nada, o sea, por lo que yo entiendo llegaste a Venezuela sin nada, tenías que echarle pichón, o sea, o te quedas pasando hambre y después, obviamente, cuando haces plata, el dinero llama dinero. O sea, pero entonces lo que yo quiero ver a veces, lo digo desde el punto de vista de uno como criando a sus hijos, se la ponemos fácil porque tienen una vida más fácil de la que la tuvimos nosotros o se la aguantamos para que tengan la necesidad? Un poco Creo que ahí lo

Tito Luis [00:09:58]:
Yo creo que no hay que aguantarle nada, porque cada cada generación es distinta y a pesar de que para mí es igual de de de de importante y igual de oportunidades tienes ahora que lo que tuviste hace cincuenta años o que lo que tuve yo hace cincuenta años. Pero yo no tengo por qué ponérselo difícil, al contrario, yo le puedo facilitar las cosas, pero eso sí, el que ellos lo vean fácil es un problema de ellos, o sea, no sé cómo explicarme, pero es importante que aunque yo siempre les he dicho, yo te dejo entrar, yo te doy la oportunidad de entrar, pero luego el que te quieras quedar y que tú te mereces quedarte es un problema tuyo. Ya. Yo ¿entiendes? O sea, yo sí te doy la oportunidad. Es más, cuando se graduó mi primer hijo y mi hijo mayor se graduó en la universidad, vino a pedirme trabajo y dijo no, no, aquí no hay trabajo para ti, búscate el trabajo y luego vemos a ver cómo te portas en los en el lugar ese y luego vienes a ti. Y efectivamente, el hombre a los tres días ya tenía trabajo. Igual que yo en Venezuela, eso te digo que el vender la corbata de puerta a puerta me viene de mi raíz de vendedor y lo que yo quería hacer, yo no quería hacer otra cosa. Cuando llegué a Venezuela fue un viernes y el lunes ya mi hermano que ya vivía aquí me tenía un trabajo en una agencia de viaje, Y fue para mí una tortura estar sentado en un escriba.

Gaby [00:11:31]:
¿Cómo me

Tito Luis [00:11:33]:
llamas? Fue una total tortura, yo lo que quería era vender y entonces dejé de trabajar y tuve tuve, yo siempre digo que tuve la suerte de que me atropellara un autobús, me atropelló y me me me estropeó la pierna y estuve

Gaby [00:11:48]:
No sabía eso.

Tito Luis [00:11:49]:
Sí, y estuve dos o tres meses callado, total, la pierna entera es que hayulada. Y se me ocurrió lo siguiente, antes en Venezuela los autobuses iban por color, porque había mucha gente analfabeta desgraciadamente en aquel entonces, y el color sabía, la gente que tomaba un color sabía que lo llevaba hasta su casa. Y yo lo que hice fue agarrar ese color y darle la vuelta al color y volver a tomar otro, y le daba la vuelta a ese color también, y así conocí Caracas a la perfección a los quince días de estar de estar aquí, ¿no? Entonces de haber soltado, de haberme roto la pierna y con la pierna rota me iba a pasear bien por todos estos lados. Y es en ese momento en que vi a alguien pasando por la Candelaria haciendo algo, desde una ventana lo vi y paré al autobús porque antes paraba el autobús donde te diera la gana sin sin necesidad de llegar a la parada. Y lo paro, me me me bajo del autobús y le pregunto al señor, ¿qué está usted haciendo? Dice, yo estoy fabricando corbata, era un fabricando corbata él el único empleado, el único dueño y haciendo su corbata. Y le dije, entonces, bueno, yo te las voy a vender, ¿te parece? Y me parece muy bien. Y fue el primer crédito que tuve, creo que fue un crédito de doscientos, trescientos bolívares, y con eso me fui a vender mis famosas corbatas. Y así que cambié la agencia de viajes, los abandoné después, dije, mira, no, yo a mí no me gusta esto, yo quiero hacer otra cosa.

Tito Luis [00:13:22]:
Y fue, en vez de cobrar mi sueldo seguro en la agencia de viajes fui a la a la a la aventura con mis corbatas.

Gaby [00:13:30]:
Mira, ¿y cómo ves ahorita crear negocios versus cuando tú lo hacías? ¿Cuál es? O sea, ha cambiado la tecnología, todo, pero ¿qué ves como?

Tito Luis [00:13:44]:
Mi querida Gabri Elena, es exactamente lo mismo. Tú verás ahora la cantidad de nuevos negocios diferentes como los veías hace treinta años o cuarenta años o veinte años. No ha cambiado, o sea, yo digo, pero aquí lo que hay que tener es, en mi caso, treinta años menos para seguir inventando, pero no lo puedo tener, pero sin embargo te puedo decir que jamás en mi vida he tomado unas vacaciones totales, Yo siempre en mis vacaciones he tenido el mis mis cinco sentidos, al mejor de los cinco, dos o tres que se han dedicado a trabajar o a pensar o a ver qué desarrollaban nuevo o qué hacía nuevo para porque qué hacía de nuevo para poder lograr mantenerme o mejorar? Porque claro, cuando tú tienes un negocio importante como lo hemos tenido, que no puedes quedarte cruzado de brazos creyendo que ya ya no necesita hacer más, al contrario, cuanto más tienes, más tienes que y eso lo he visto en muchas ocasiones, por ejemplo en en Amazon, que hoy en día es uno de los negocios más importantes del mundo. Pues tú crees que ellos terminaron de ser un

Gaby [00:14:59]:
libro nada más no. No,

Tito Luis [00:15:01]:
ellos siguen innovando y siguen esto y hay una pila de gente en lugar de de tener un negocio donde había a lo mejor, uno o dos innovadores, en Amazon tienes que tener unos, ¿cuánto? Quinientos o seiscientos innovadores. ¿Por qué? Porque el que se queda en el aparato se queda y se retrasa, ¿no?

Gaby [00:15:21]:
Y esto me lleva a preguntarte, después de tantos años de experiencia y tanto éxito, obviamente aprenditistes muchísimas cosas, pero tienes dos, tres cosas que sientas que te quedaron de de manejar todo tu negocio, o sea, el el negocio de ustedes allá y o todas tus emprendimientos, inclusive lo de venderé por batas. ¿Qué cosas aprendiste que se te quedaron?

Tito Luis [00:15:48]:
Claro, lo que aprendí, bueno aprendí muchísimo, aprendí, no dejo de aprender porque ahora además con el señor Google, todo lo que quieras saber lo lo sé enseguida

Gaby [00:15:59]:
A titititito Luis, ahora.

Tito Luis [00:16:01]:
Ahora ahora sí me estoy graduando a la vejez. Pero y esa es verdad, o sea, yo creo que ¿qué te voy a decir? Aprender, sí, constantemente no dejo de aprender todos los días. ¿Tú crees que si hay algo que que me aparece en las manos, que no conozco, inmediatamente voy a a Google YYY veo a ver de qué se trata y de por qué me interesa. Me, sí, yo yo iré toda mi vida buscando a saber un poco más, a lo mejor, ¿por qué? Porque a lo mejor no he tenido los estudios suficientes y he tenido que prepararme con la vida, con los amigos, con los libros, YYY he leído más, mi padre se se horrorizaría de ver cómo estoy leyendo y tanto que que he leído hasta ahora. Entonces claro, le hubiera encantado que lo hubiera leído en la escuela o en el colegio, pero no, lo he leído después del colegio es que empecé a leer, digamos.

Gaby [00:17:04]:
¿Cómo ¿Cómo vences el miedo, si es que alguna vez lo sentiste, al fracasar? O sea, tienes una idea nueva, una, una esto, todos como dices que estás de vacaciones pero estás pensando en las cosas nuevas y tienes que probarla. ¿Cómo vences el miedo y si me sale mal? ¿Y si pierdo plata?

Tito Luis [00:17:27]:
No, no, te voy a decir francamente, yo creo que no existe, el el valiente, creo que el valiente debería de quitárselo de de del diccionario, porque hay los cobardes, los cobardes que somos todos, pero hay unos que huyen hacia atrás y hay otros huyen hacia adelante. Yo soy el cobarde que huye hacia adelante.

Gaby [00:17:49]:
Me encanta eso, nunca había escuchado eso.

Tito Luis [00:17:52]:
Bueno, muchas de las cosas a lo mejor las aprendí en un libro o las aprendí oyendo, gente más famosa y gente gente bien. Pero algo algo es mío, que no sé lo

Gaby [00:18:02]:
que es tuyo.

Tito Luis [00:18:04]:
Algo debe ser mío, no sé cuál, pero sí, por ejemplo también para ser emprendedor tienes que tener varios varios triunfos en la mano. Uno de los triunfos es ser como nuestro famoso juguete, un el el ¿cómo se llama el juguetico ese que hemos tenido todos los niños de Venezuela? El porfiado. El porfiado es un una especie de de huevo de plástico con las orejas de un niño o la la vista de un niño, la boquita pintada, sin brazos pero sí en forma de ovalada, y cuando lo tumbas se levanta enseguida y eso es lo que tiene que tener un buen emprendedor. No puedes permitirte caer y quedarte en el suelo o quedarte tirado, tienes que levantarte inmediatamente.

Gaby [00:18:56]:
Pero bueno, quiero perder esas dos cosas que dijiste, tienes que echar para adelante y si te tumbas te paras.

Tito Luis [00:19:03]:
Sí, sí, te tienes que parar inmediatamente. Yo te puedo decir, creo que nunca en fin, me enfermé pocas veces en mi vida. A lo mejor, alguna vez me enfermé para quedarme uno o dos días en la cama, pero muy rara vez, todos los demás días de mi vida los he trabajado, todos, sin excepción. Y a lo mejor esos días que estuve en la cama me sirvieron para pensar en qué es lo que yo hacía al salir de la cama, ¿no? Así que el el problema del emprendedor es que el emprendedor es un condenado al trabajo, es un condenado es un condenado a trabajar. Yo por ejemplo muchas noches me despierto después de tener un sueño sobre algo que quisiera realizar, lo apunto y me vuelvo a dormir. Me voy a un papel, lo estribo y me vuelvo a dormir porque si no se me olvida como se olvidan los sueños, ¿no? Y un emprendedor debe ser un soñador. Un soñador que no no para de soñar y trata de que los sueños no sean nightmares, ¿no? Que los sueños no, sí, ¿no? Que puede suceder, hay alguien, te digo, el que le tiene el miedo y que va para adelante y el que le tiene el miedo y se va para atrás. Yo no.

Gaby [00:20:20]:
¿Y hubieses hecho algo distinto en tu vida? ¿Hay algo que te quedó que tú dices, a ver?

Tito Luis [00:20:25]:
No, no. Perdone que sea tan Sí, no. Yo he sido un hombre feliz. Yo he sido, te lo digo, he sido un hombre feliz, tuve mucha suerte, tuve unos padres maravillosos, una esposa extraordinaria que me quedó hasta cierto punto que me empujaba a trabajar un poco más. O sea, yo trabajaba mucho, quizás decían que yo era uno de los mejores vendedores que habían conocido en Venezuela, pero no era así, es que yo trabajaba catorce horas y la competencia trabajaba ocho, y por más por menos inteligente que yo fuera, y y entonces mi Clerc, mi señora, pues, si yo llegaba alguna vez, no muy contento con lo que había pasado ese día, me decía, no, mañana tienes que salir otra vez, y otra vez contento y otra vez para adelante. Y eso es lo que yo les siempre, cada vez que hago una charla en en en nuestra empresa le digo, mire hay una una sola cosa que le voy a decir, yo he trabajado de empleado y yo he trabajado de dueño de de de de director de la empresa. Y vale, es decir, yo he entrado a la empresa siendo empleado feliz y he salido siendo más feliz. ¿Por qué? Porque he dado el cien por cien siendo empleado y el cien por cien siendo el dueño de la empresa.

Tito Luis [00:21:58]:
No me contestaba, no me contentaba con el noventa, yo no podía vivir diciendo, oye, alguien más ha debido ver al cien, ¿por qué yo no? No he sido capaz, voy a venir mañana con más ganas. Y entonces salía salía feliz, seguro de que iba a volver con más ganas, ¿no? Y eso es un poco la condena que uno tiene que te gusta, porque claro, una esto es una condena con sabor.

Gaby [00:22:24]:
Una una pregunta que te tengo ahí, o sea, yo un poco lo que veo, claro, yo no no vi todos los sacrificios antes, o sea, yo he visto más los éxitos que el sacrificio para llegar a ese éxito que ustedes tuvieron. Pero siento, lo que yo vi es que trabajaban muchísimo, le ponían muchísimo nervioso, pero Venezuela permitía que parte de ese trabajo fuera en un ambiente social. O sea, no fue, a veces yo siento que en Estados Unidos trabajas mucho, pero entonces te tienes que retirar completamente de la vida social y la interacción, entonces quedas como un workout holic solo. Sí, no, bueno. Obviamente Sara, ¿es cierto o es una percepción que yo tengo, Erra?

Tito Luis [00:23:08]:
No, tienes un poco razón, o sea, en Venezuela podías tener tus amigos, mantener a tus amigos y verlos a menudo. Pero pero también, aquí es más difícil, aquí es más difícil, aquí es difícil mantener a tus amigos porque no los ves a menudo. Exacto. Te veían más a menudo. Sin embargo, como te digo, mismo distrayendo, hablando con tus amigos y todo, siempre la cabeza la tenías pendiente de agarrar alguna idea de lo que ahí se soltaba.

Gaby [00:23:46]:
Claro, claro.

Tito Luis [00:23:47]:
¿Entiendes? O sea

Gaby [00:23:49]:
Era como más, no era un trabajo solitario en cierta forma, o sea, no no no quedaste solo por triunfar profesional.

Tito Luis [00:23:57]:
Es para

Gaby [00:23:58]:
triunfar en muchos aspectos de tu vida, familia, social y y negocio.

Tito Luis [00:24:03]:
Y y otra cosa importante es que a lo mejor yo no perseguía, nunca perseguía el dinero, perseguía el triunfo, que luego se convertía en dinero, pero yo lo que quería era triunfar. Yo cuando monté el primer negocio dije, bueno, yo quiero lograr ser Walmart, llegar a donde Walmart YYA lo mejor codearme con Walmart. Hice todo el intento, no lo logré, pero espero que uno de mis bisnietos

Gaby [00:24:31]:
Ya entiendo.

Tito Luis [00:24:32]:
YYYA lo mejor los los bisnietos de mi socio, que también conoces muy bien. Bueno.

Gaby [00:24:41]:
Sí. Mira, Titulín, ¿a qué le tienes miedo?

Tito Luis [00:24:49]:
Sí, a perder la cabeza. Nada más. No creo que haya otra cosa que me asuste, sino el perder la razón o perder las facultades mentales. A eso sí le tengo mucho miedo.

Gaby [00:25:03]:
¿Qué te gustaba antes y ya no te gusta?

Tito Luis [00:25:06]:
A mí me gusta todo lo que hacía lo que hacía antes, lo que pasa es que ahora no puedo hacer.

Gaby [00:25:12]:
Entiendo. Pero si me

Tito Luis [00:25:15]:
yo no cambiaría nada porque es que que me guste nuevo, que no, me gusta lo mismo que hacía antes exactamente igual y verás que en la vida seguirá gustándote lo que te gusta y lo que te va a gustar, es lo mismo, No, no hay nada nuevo

Gaby [00:25:31]:
Yo cambio, yo cambio siempre. Dan dice que ando cambiando, cada cinco años cambio de gusto.

Tito Luis [00:25:36]:
Yo no

Gaby [00:25:36]:
he cambiado a él.

Tito Luis [00:25:40]:
No, pero es que él es incambiable, él es

Gaby [00:25:43]:
Él es incambiable.

Tito Luis [00:25:44]:
Incambiable. Hay muchos que son cambiables, cualquiera es incambiable, pero tal no. Pero sin embargo, fíjate, bueno de Dan me puedo quedar hablando mucho más que de ti, pero vamos a hablar de

Gaby [00:25:59]:
Te Te tengo una pregunta, ¿qué cambiarías de ti?

Tito Luis [00:26:05]:
Bueno, tampoco cambiaría nada, y te voy a explicar por qué, no es orgullo idiota ni ni mucho menos, sino porque ¿qué te voy a decir? No cambiaría nada porque al ser un hombre feliz he tenido todo para ser feliz, he tenido la suerte de de de venir de una familia muy modesta a lograr muchas cosas, eso en el plan económico y en el plan sentimental tengo diez nietos y acaba de parir mi nieta un un bisnieto para mí. Entonces, ¿qué más le puedo pedir a papá dios?

Gaby [00:26:42]:
Pero pero el codo de tu de tu personalidad, o sea, tú puedes ser muy feliz, pero tienes cosas a veces de tu personalidad de ti mismo que dirías, oye, podría ser un poquito más paciente, pudiera ser menos cascarrabias o pudiera ser, no sé, más tranquilo, lo que sea, no hay nada que cambiarías de ti.

Tito Luis [00:27:01]:
Fíjate, debo tener una pila de defectos como todo el mundo. Estoy seguro que los tengo y a lo mejor más pronunciados que los demás. Pero en el fondo me digo, oye, ¿qué más puedo pedirle a papá dios? ¿Cuál es? Tengo demasiado, o sea, me ha dado demasiado y me ha dado tanto que si pido algo más, a lo mejor le cae pesado YYY no le gusta. Así que me quedo como estoy, no cabe nada, no sé si está de acuerdo.

Gaby [00:27:34]:
¿Qué qué has aprendido de ti recientemente que no sabías? Y te doy, te la te voy a decir, yo por ejemplo, recientemente descubrí que tengo una parte creativa que en mi vida pensé que tenía. O sea, yo me pensaba una persona cuadrada.

Tito Luis [00:27:50]:
Sí, pero no, no era no es para nada, no eres cuadrada del del todo.

Gaby [00:27:54]:
Bueno, pero eso lo descubrí recientemente. Tú que has descubierto de ti recientemente. Tú a

Tito Luis [00:27:58]:
lo mejor lo has descubierto ahora, pero yo he descubierto de ti hace mucho tiempo que eres una persona excepcional, eso sí. Así que eso es seguro. Y de mí, ¿qué he descubierto? Te voy a decir, estuve al borde de pasar el páramo como decimos en Venezuela y descubrí una cosa muy importante, que me iba ¿aló? Que me iba me iba tranquilo, ¿por qué? Porque descubrí que si le hice daño a alguien, alguna vez fue sin querer. Entonces ¿qué más puedo pedir también? O sea que yo me iba, te voy a decir, no me asusté para nada, Me me fui tranquilo y me fui diciendo, cónchale, la gente voy a dejar un vacío yo aquí, no, aunque, porque claro, soy soy egoísta y pienso que que que que a lo mejor dejo un vacío, pero no, no dejaré Me encanta,

Gaby [00:28:56]:
me encanta todo lo que estás diciendo Tito Luis.

Tito Luis [00:28:58]:
A lo mejor no dejo un vacío, pero sí tendré gente que habrá que pensaría en mí, que pensará en mí y que dirá oye, este tipo fue fantástico o este no fue tan bueno, pero fue alegre, fue y eso es lo que Pero no no dejo enemigos, no dejo nadie que yo he podido perjudicar, como te dije antes, ¿no? Y he he tenido un socio maravilloso, igual que he tenido, una esposa extraordinaria y unos hijos magníficos también y sobrinos de la calidad de Dan. Pero bueno, tampoco puedo

Gaby [00:29:35]:
más. Mira, dame tres consejos que le darías a alguien que está emprendiendo su negocio. Ahorita voy a decir en Venezuela, porque mi corazón está ahí, pero aplica a cualquier persona que está emprendiendo negocios en países, sobre todo en países en desarrollo.

Tito Luis [00:29:55]:
No en cualquier país, pero claro, en el país en desarrollo es un poco más fácil, pero en cualquier país tienes que tener primero las ganas de trabajar y de ponerle al cien por cien. Número uno ¿no? O sea, si si uno trabaja a medias va a recibir medias, vas a recibir las cosas a medias. Entonces eso es lo primero, lo segundo es respetar tus compromisos, respetar a cabalidad tus compromisos. La tercera es amar a tu empleado, amarlo prontamente y respetarlo, y luego cuando seas dueño de tu empresa que te rodees de la gente buena, que te rodees de los mejores y si posible que sepan más que tú para aportar más de lo que tú sabes ¿no? Y eso ha sido uno de los de los temas que yo siempre he perseguido, siempre me ha gustado rodearme de gente que sepa más que yo.

Gaby [00:30:53]:
Fenomenal, fenomenal, de verdad, qué increíble ese título. ¿Has leído algo recientemente o has visto una película que te ha encantado o un podcast que te gustó, que quieras?

Tito Luis [00:31:06]:
Tuyo. El tuyo. Ese oye y invito a todo el mundo al que te oiga. Además, este podcast que que es con te lo voy a invitar a enviar a todos mis amigos, todos mis conocidos para que te vean y que te vean actuar y no a mí. Entonces y se lo voy a mandar a todos porque creo que manejas tan bien tu tu situación y tu y tu entrevistas que que seguramente es muchos periodistas ya celosísimos de ti, pero seguro cien por cien. Entonces la pregunta ¿cuál era?

Gaby [00:31:41]:
¿Cuál es el si tienes algún libro o alguna película que hayas visto recientemente que le di le quieres decir a alguien que?

Tito Luis [00:31:48]:
Te voy a decir libros, todo lo que me caiga por las manos. Y he tenido, y fíjate, me acuerdo de muy pocos autores, muy pocos, pero y me acuerdo casi nada de los títulos, porque no veo el título cuando leo un libro.

Gaby [00:32:04]:
Ay, yo tampoco. Sí. Perdón. Yo tampoco, yo me leo un libro, me encanta y no me sé el título.

Tito Luis [00:32:10]:
Y no lo sé ni lo aprenderé nunca. Primero a ver si la lectura es buena o no, pero pero nada más. Y de cada libro, por peor que fuera, siempre he sacado algo provechoso de, o sea, yo creo que la lectura, y también lo aprendí de Claire seguramente, que se se leía un libro semanal, ¿no? Entonces, yo no llego a tanto, pero, bueno, ella a lo mejor trabajaba nada más que las mañanas y las tardes no, y tenía más tiempo que yo para leer, pero pero bueno, yo creo que la lectura es lo máximo. En las películas, te voy a decir, últimamente lo que me interesa son películas o de reírse o de de de hacerme reír o de pasarlo bien, o películas suavitas, no quiero un drama, no quiero ninguna ciencia ficción, no quiero nada raro ni y menos de de de miedo y de películas de esas no las no las quiero ver. Entonces soy un mal crítico del cine porque lo único que veo es algo que me divierte.

Gaby [00:33:21]:
Pero bueno, pero bueno, si te diviertes, y todos creo que ahorita necesitamos pura activación. Sí. Mira, me encantó hablar contigo. Yo, como sabes, siempre termino mis podcast con alguna frase que mi papá me decía, y la verdad que aquí, o sea, la vida es de quien se atreve. De verdad que el que se atreve

Tito Luis [00:33:41]:
Bueno, tu padre era un sabio, porque ese es eso es realmente la esencia de la vida. O sea, si no prevés, no llegas a nada. Y tú lo sabes mejor que nadie porque has tenido mucho éxito en lo que has aprendido YYY dan todavía mejor porque de de dar de dar de dar ayudar a sus a sus a sus compañeros de clase en aprender un poco más a enseñar en Harvard, imagínate la diferencia. Pero, sin embargo, él lo logró porque siguió adelante y creyó en él, YYY es YYY la vida es de la gente, como dice tu padre, de los valientes, yo no creo en eso, pero que un poco lo lo traduce en el en el tipo cobarde que va para adelante. Entonces

Gaby [00:34:30]:
Fenomenal.

Tito Luis [00:34:31]:
Gracias.

Gaby [00:34:32]:
Muchas enseñanzas, me encantó. Estoy feliz de haberlo hecho finalmente esto y muchas gracias por participar.

Tito Luis [00:34:40]:
Te quiero mucho y dios te bendiga. Te mando un fuerte abrazo.

Gaby [00:34:44]:
Igual, Ditaeluy. Un besote.

Tito Luis [00:34:46]:
Diga, chao, mi amor.